El barrio de Analco es uno de los más viejos de Guadalajara, y aunque actualmente se encuentra un poco descuidado, tiene una magia especial que nos conecta con el pasado.
Los invito a conocerlo...
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Analco fue originalmente un pueblo de indios que nació al igual que
Guadalajara en el Valle de Atemajac en 1542. Este asentamiento fue hecho
con el fin de congregar a los indios que andaban dispersos y ayudar a
formar la ciudad de Guadalajara. Se ubica entre la Calzada Independencia, Av. Revolución, Calzada del Ejército y Av. 5 de Febrero, en el Sector Reforma.
Su nombre proviene del náhuatl y significa "Al otro lado del río" pues justamente lo separaba de la ciudad el río San Juan de Dios (actualmente entubado y convertido en la avenida de la Calzada Independencia).
Cuenta con uno de los monumentos históricos más importantes de la ciudad que data de la época colonial: el templo de San Sebastián de Analco, el cual fue asentado por frailes franciscanos en el siglo XVI.
Además, éste es uno de los monumentos históricos marcados por la Ruta 2010. En el Atrio del Templo de San Sebastián de Analco se encuentran restos de un Viacrucis en barro ingenuo y simple en colores sepia y negro, así como una cruz de piedra.
Recorrer las calles de la zona de Analco puede convertirse en una experiencia muy agradable, pues aún se puede apreciar su bella arquitectura.
Lo que más me gustó de este barrio fue el colorido de sus fachadas, sus plazas arboladas y sobre todo la tranquilidad pueblerina que se respira, a pesar de su cercanía con transitadas y caóticas avenidas.
Considerando su importancia histórica es lamentable que se tengan descuidados los jardines y algunas áreas públicas, así como su promoción turística, pero en general es un lugar muy bonito que vale la pena conocer.